Un reconocido psicólogo, describio sus ideas sobre las necesidades universales de todo ser humano,y en ellas señalo LA NECESIDAD DE PERTENENCIA:

 Todos necesitamos desarrollar nuestro sentido de pertenencia.

Muchos Directivos y Mandos actuales se quejan de la falta de motivación de su asalariados.

En muchos casos, el problema está en el propio líder más que en sus dirigidos ya que es difícil que alguien se motive cuando no se siente parte importante de algo o una clave fundamental dentro de un grupo o equipo.

Esta dificultad se le presenta generalmente al líder que pone especial énfasis en los PROYECTOS, pero se olvida de ESTAR CERCA DE AQUELLOS QUE LIDERA.

Las personas experimentan, entonces que un líder, lejano a ellos, les impone tareas para concretar algo que les es totalmente ajeno.

Algunas posibles reacciones ante esta situación son:

·         Ausencia de cumplimiento de la tarea.

·         Cumplimiento solo bajo presión.

·         Sensación de intrascendencia.

·         Resentimiento hacia el líder (alejamiento emocional de éste).

·         Frustración.

Si quieres motivar a tu gente, debes trabajar en desarrollar el sentido de pertenencia.

Ahora bien, esto no se producirá nunca si primero no te gusta tu gente, si no ves en cada uno de ellos a grandes personas con grandes capacidades.

Generalmente el grupo no es engañado por un LIDER, MANDO o DIRECTIVO que simplemente simula el interés por quienes lo componen.

Un buen líder se ha ganado la confianza de sus dirigidos. Los conoce. Conoce sus necesidades, sus problemas, sus principales talentos.

Esto nos lleva a pensar en un orden lógico:

1-     Establecer un buen vínculo con tu gente

2-     Crear un sentido de pertenencia incluyendo a todos los que quieran ser incluidos, demostrando a cada uno su importancia dentro del grupo de trabajo ( laboral, deportivo, social…)

3-     A partir de ahí solo queda esperar la motivación de las personas luego de que hayan comprendido la trascendencia de su tarea.

Si estás al mando de cualquier organización te ha llegado el momento de acercarte a tu gente y chequear si se encuentra satisfecha y cubierta su necesidad de pertenencia. Si respondiesen negativamente, no despliegues una actitud defensiva. 

Haz tu propia autocrítica y decídete a incluir a tu gente de un modo más efectivo. 

Autor

Juankar Garcia